La guerra y lo pequeño

Escrito el 26/04/2024

«Hola Rafa, ¿cómo estás? Yo estoy bien intentando seguir viviendo y trabajando en un ambiente de guerra como si fuera una vida normal y corriente. Rezando mucho, confiando en el Señor mucho. Buscando no entrar en la desesperación. Sin saber lo que va a pasar esta noche o si habrá mañana por la mañana otro bombardeo, otro ataque con los drones kamikaze. Pero esta es la situación. Vamos adelante. Gracias por preguntar. Un abrazo y unidos en la oración». Este es el mensaje que recibí al preguntar a un sacerdote que estuvo en una parroquia de Málaga y que ahora está destinado a Ucrania, concretamente en Kiev.

La guerra ha situado a este cura en un escenario hasta ahora desconocido para él. Tuvo la oportunidad de no volver a su país; pero fue. Es un gran sacerdote. Un presbítero que vive en primera persona la locura de la guerra. De una guerra de la que no se sale igual que se entró.

Tambores de guerra suenan en el mundo globalizado que habitamos. Recordemos que las guerras son como el cáncer: célula maligna capaz de matar a todo ser humano con el paso del tiempo. Todo se gesta poco a poco. Lo grande, lo poderoso es lo pequeño. Para bien o para mal. Esta inversión de proporciones es uno de los misterios de la vida.

Pensémoslo bien y actuemos. Estamos a tiempo de revertir la historia. Todos, todas. No es buena idea hacer dejación de nuestra responsabilidad moral y colectiva. Recordemos que las guerras empiezan poco a poco. 'El informe Auschwitz' (2021), un filme del cineasta eslovaco Peter Bebjak, incorpora al final de la película voces actuales que son calco de quienes impulsaron la barbarie nazi; echo de menos más voces que griten que la paz mundial es posible, necesaria.

Artículo publicado en la sección de OPINIÓN del Diario Sur

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